Los primeros resultados de la investigación de los textiles inteligentes aparecieron en el público a inicios de los años noventa. Su desarrollo ha sido alentado por el ámbito militar. Entre los trabajos vanguardistas en este campo se halla la placa madre vestible de Georgia Tech, la camisa inteligente desarrollada por S. Jayaraman y sus colegas de Georgia Tech. La prenda entrelazada con sensores tiene por objeto no solo advertir en tiempo real los cambios en el estado de salud de los soldados, sino más bien asimismo recoger y examinar su información sanitaria.
Naturalmente, las innovaciones en materia de textiles asimismo son de interés para la industria de la moda. Philips Design, por poner un ejemplo, en una línea de productos electrónicos vestibles llamada New Nomads, ofrece desde el año dos mil prendas de vestir entrelazadas electrónicamente; mientras, Sabine Seymour, diseñadora, empresaria y también estudiosa, publicó su primera obra sobre el tema, Fashionable Technology, en dos mil ocho, tras haber lanzado el término “tecnología de tendencia” en dos mil. No obstante, debido a los inconvenientes de durabilidad, mantenimiento y comodidad, como a los altos costos, no se ha producido hasta el momento una auténtica expansión de los textiles inteligentes útiles o bien comerciales.
En dos mil once, el Comité Europeo de Normalización publicó su definición de textiles inteligentes. En un comienzo, apuntan que las nociones de textiles inteligentes son bastante diferentes y que se usan primordialmente con fines de comercialización. Si bien estiman que la normalización de los textiles inteligentes no es fácil pues supone una superposición de la normalización del producto textil tradicional, prosiguen ofertando una definición básica: el textil inteligente es un material textil funcional, que interacciona activamente con su ambiente, o sea, responde o bien se amolda a los cambios del ambiente.
Tipos de textiles inteligentes
Los textiles inteligentes podrían dividirse grosso modo en dos tipos, los textiles inteligentes activos y los pasivos.
Los textiles inteligentes activos está representado por una combinación de textiles con sensores y actuadores para conectar los factores internos al mensaje trasmitido. En un caso así, los sensores y actuadores incorporados a los textiles son capaces de advertir diferentes señales del ambiente, como asimismo fue el caso de las camisas inteligentes ya mentadas.
Los textiles inteligentes pasivos son las propias propiedades de los textiles – los textiles inteligentes tienen, en un caso así, la capacidad de mudar sus propiedades conforme con una estimulación ambiental que en ocasiones puede marchar conforme un principio de biomimetismo. De forma muy hipotética podríamos ilustrar esto con un textil que se estira mucho debido a la humedad, y esta propiedad podría emplearse, por servirnos de un ejemplo, para crear un techo en el caso de lluvia.
Usos de los textiles inteligentes
La utilidad de semejante compuesto textil, conjuntada con una vigilancia conveniente, el doctor Marrot quisiese desarrollar en dos ámbitos. La primera está relacionada con los objetos construidos como edificios y puentes; el material ya se incorporaría a la construcción y los cambios, como las fisuras ocasionadas por un seísmo o bien cualquier otra circunstancia que pudiese ser perjudicial para la edificación, se reflejaría en el compuesto textil. Los cambios de conductividad observados podrían advertir la iniciación de fisuras en la estructura y prevenir daños y lesiones alertando a los usuarios.
La otra opción es desarrollar un suelo textil interactivo sensible a la presión para el envejecimiento activo y la seguridad de los adultos mayores; en consecuencia, dicho suelo textil tendría un doble propósito. Estimularía el ejercicio físico de los ancianos al poder reaccionar a la presión de la marcha del usuario y podría usarse como instrumento de rehabilitación individual o bien en cooperación basado en juegos. Por poner un ejemplo, el suelo textil podría vincularse con un dispositivo de sonido que podría reproducir música con exactamente el mismo ritmo que los pasos del paseante. La otra función esencial de ese suelo sería la aplicación de seguridad: advertiría si el usuario se ha caído y no puede erguirse o bien si se ha lesionado. En un caso así, el suelo textil mandaría de manera inmediata una señal de alarma a los cuidadores, o sea, enfermeras, miembros de la familia.
La utilidad potencial de los textiles inteligentes es, en consecuencia, exageradamente extensa y prometedora, y semeja particularmente valiosa en áreas como los aparatos de rescate (o sea, para la ropa de los bomberos), la atención de la salud y en el llamado entorno de apoyo.
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