Pasamos el treinta y cinco por ciento de nuestras vidas durmiendo bajo un edredón. Puede parecer bastante simple. Lavas tu ropa cada semana. Pones una carga en la lavadora, agregas algo de potencia de lavado, viertes el suavizante de ropa, giras varios botones… ¡y listo! La ropa limpia, si bien esté mojada, una hora después.
Mas si bien tengamos una rutina para lavar nuestra ropa, semeja que bastante gente tiene un tanto de éxito y de descalabro en el lavado de su ropa de cama, en tanto que uno de cada diez de nosotros solo limpia sus sábanas cada 4 semanas. Y en lo que se refiere a los edredones y almohadas.
Seguramente no precisemos recordarles que día tras día nuestro cuerpo desprende millones de células de la piel – muchas de ellas mientras que dormimos de noche – y asimismo podemos perder un litro de sudor a lo largo de una habitual noche de sueño. Debido a la mezcla de piel fallecida y sudor, nuestra ropa de cama está de forma frecuente compuesta de ácaros del polvo, que pueden generar excrementos que provocan picor en los ojos y asma.
¿Te sientes repulsivo? Se pone peor. Si se deja sin lavar a lo largo de meses, una tercera parte del peso de una almohada puede estar compuesto por insectos, piel fallecida y sus excrementos.
Si el pensamiento te ha hecho correr a la cesta de la ropa de cama para refrescar tu ropa de cama, acá existen algunos consejos veloces a fin de que te pongas a lavar.
La mejor forma de lavar sus nórdincos
- Apunta a lavar tus edredones y almohadas cada 2 o bien 3 meses.
- Revise la etiqueta primero – ciertos rellenos de plumas y plumón pueden precisar ser lavados en seco.
- Si hay una mácula en el edredón, sacuda las plumas para quitarlas de la zona y trate la mácula ya antes de meterla en la lavadora.
- ¿No estás seguro de de qué forma meter un enorme edredón en la máquina? Verifica que tiene suficiente espacio para moverse alrededor del tambor, entonces dobla el edredón por la mitad y ponlo en la lavadora. El peso del edredón se extenderá y la máquina no va a hacer tanto estruendos.
- Use un centrifugado normal y apunte a secar su edredón al aire libre después.
- Secar los edredones a la luz del sol va a matar a los microorganismos, en invierno intente pasarles una plancha caliente para matar cualquier bacteria sobrante cuando estén secos.